jueves, 17 de julio de 2008

Llenando el cantaro

Cuentan que una vez un hombre envio a su joven hijo a llenar un cantaro al rio, y le dijo que volviera lo antes posible. El joven obedecio y fue hacia el rio mientras su padre le observaba de lejos.

Entonces este vio a su hijo poniendo el cantaro debajo de una cascada, y la fuerza del agua fue tal y la cantidad tan grande que el liquido no logro entrar al recipiente pues su cuello era demasiado delgado. Cuando el hijo llego con el cantaro, le mostro como el cuello del mismo habia sido roto por el fuerte y constante golpear del agua. Ademas, este hecho provoco que el agua llegara turbia y sucia. El padre pregunto entonces:

- " Por que simplemente no sumergiste el cantaro en el rio. No veias que el agua de la cascada era demasiada para el cuello del cantaro?". El hijo contesto:

"Si, pero es que queria llenarlo lo mas rapido posible".

Muchas veces en nuestras vidas tratamos de " llenarnos" a nuestro tiempo en un mundo acelerado y convulsionado. Dios conoce nuestra capacidad, y sabe que si hacemos las cosas como nosotros queremos podemos hacernos dano pues no estamos capacitados para hacerlo en ese momento, por eso logramos las cosas a medias y el agua que conseguimos no es pura ni cristalina, sino turbia.

Queremos tener todo " ya" y en el proceso muchas veces nos lastimamos por no dejar que Dios nos sumerja poco a poco en la corriente calmada del rio.

Sabes, Dios conoce tu capacidad, no quieras hacer las cosas en tu momento, pues Dios desea llenar tu cantaro hasta el tope, pero en SU momento y segun TU capacidad.

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